Erpeldinger (Lorraine, 1936)

Erpeldinger nace a Lorraine, el 1936. 

Formado en la Ecole Nationale des Artes Décoratifs de Nancy y la Ecole Nationale des Beaux Artes de Paris.

En sus primeras composiciones, construcciones rítmicas tratadas con una escasa paleta de colores, el artista plasmaba formas orgánicas y naturalezas muertas. Pero también predominaban las líneas clàsiques que dan a sus cuadros un aire barroco. Ambas tendencias han constituido el universo artístico de Erpeldinger, donde el artista da rienda suelta a su imaginación y hace gala de una gran riqueza inventiva.

Influenciado por el arte déco, en el trabajo de Erpeldinger se refleja una armoniosa regularidad, y en cada cuadro consigue conciliar la pulsión libre y creativa del artista con el ejercicio más riguroso de la mente.

En la actualidad, la pintura de Erpeldinger ha vuelto en su punto de partida y el artista se sigue enfrentando a la paradoja entre el impulso del gesto y su mundo mental. Por lo tanto, su pintura no es fácil, pero atrapa la mirada del espectador gracias a la armonía de sus colores y a la construcción de sus formas casi teatrales donde la figura de la mujer aparece siempre presente.